SUEÑOS SOÑADOS I:
"Un sueño en la noche. DESPERTAR"
Me desperté en el
campo, tumbada, rodeada de oscuridad.
Llevaba mi vestido
blanco y ligero puesto, al más puro estilo
de la reina de la
belleza.
La hierba era alta,
hasta el punto de que, al levantarme me
llegaba hasta la
rodilla.
Me levanté, y solo
las estrellas y la luna iluminaron mi camino,
no muy lejos, a mi
derecha, había un pinar sumido en la
oscuridad más
aterrante que había presenciado nunca.
Y entonces caminé y
caminé, sin saber hacía donde iba,
solo sabía que eran
mis pasos quien decidían,
pero yo seguía
caminando, impulsada por una fuerza
desconocida.
Caminaba y caminaba,
y no sabía hacía donde iba,
tal vez donde me
llevase el viento,
tal vez hacía donde
la luna se ponía.
Estaba soñando un
sueño, ¿O continuaba aún dormida?
Mis pasos eran libres, decididos. Estaba
descalza, fría,
pero una felicidad me
invadía hasta el punto de que apenas
podía habla.
Caminaba y caminaba,
y no sabía hacía donde iba.
Sentía el barro bajo
mis pies, la tierra removida
que me llegaba hasta
las rodillas, suaves, desnudas.
Y en medio de esa
hermosa calma parecía yo
la única alma viva,
con la luna al frente
mientras su luz
rozaba mis mejillas, que eran
plata pálida y
ruborizada.
Caminaba y caminaba y
no sabía adónde iba,
tal vez donde me
llevase el viento,
tal vez donde la luna
se ponía.
Y el viento rozaba mi
piel, y yo era feliz
porque estaba viva.
¿Y cómo puede ser el
mundo tan bello?
Me pregunté.
La luna, las
estrellas,
la hierba rozando mi
piel, el barro hasta las
rodillas. La tierra
bajo mis pies.
Caminaba y caminaba pero no sabía adonde iba.
Y entonces vi mi rostro
reflejado en el agua...
Y el sol empezó a
elevarse y una lluvia matinal
refrescó mi rostro, empapó mi vestido y mojó
mis plateadas mejillas.
Y
yo era feliz porque estaba viva,
y en ese momento lo
entendí...
Sabía adónde iba...